La semana de la estupidez.

Una tras otra, las estupideces circulan de sur a norte, poniente a oriente y viceversa. Esta es la semana en que abundaron, ya sea por que no tienen depredadores naturales, o porque la lluvia las multiplica x 2 x 3 x dieciséis. (Discutimos 12 minutos de messenger, Malito y yo sobre si la palabra dieciséis se escribía así, o asá, y yo digo que se escribe dieciséis). Por ejemplo, de norte a sur y de modo local (no hablaremos de las estupidces internacionales porque uf no erminaríamos nunca), una señora zas! se topa con la estupidez y deja a su niñita encerrada en el maletero para hacer compras con el saco de mierda del hijo mayor. Doble estupidez, porque por otro lado le fomenta la -estupidez- al primogénito de la familia. Luego acá, más al centro tenemos un desesperado ciudadano que se cuelga a vista y morbosidad de transeúntes que se sacan fotos con el cadáver colgando a sus espaldas. Y para el sur, qué podríamos decir para el sur?, seguramente estupideces indocumentadas.


Y así, sucesivamente.